Miércoles, Junio 19 – En Tus Muchas Misericordias

PALABRA PARA HOY por el PASTOR JESUS FIGUEROA

DEVOCIONAL DIARIO * WWW.JESUSFIGUEROA.ORG

Miércoles, Junio 19

En Tus Muchas Misericordias

Tema: Confianza en la Misericordia de Dios en Tiempos de Crisis

Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.

Daniel 9:18 (RVR60)

Plan De Lectura Diaria

Salmos 36-39

Versiones De La Biblia:

Daniel 9:18 (NTV) — 18 »Oh Dios mío, inclínate y escúchame. Abre tus ojos y mira nuestra desesperación. Mira cómo tu ciudad —la ciudad que lleva tu nombre— está en ruinas. Esto rogamos, no porque merezcamos tu ayuda, sino debido a tu misericordia.

Daniel 9:18 (La Sagrada Biblia) — 18 Dígnate escuchar, oh Dios mio, y atiende: abre tus ojos, y mira nuestra desolacion y la de la ciudad, en la que se invocaba tu santo Nombre: pues postrados delante de tí te presentamos nuestros humildes ruegos; confiando, no en nuestra justicia, sino en tu grandísima misericordia.

Daniel 9:18 (TLA) — 18 ¡Escúchame, Dios mío! ¡Mira cómo ha quedado destruida la ciudad donde te adoramos! ”Si te pedimos esto, no es porque creamos que somos buenos, ni porque creamos merecer lo que te pedimos. Lo hacemos porque creemos que tú eres muy compasivo y bondadoso.

Pensamiento De Devoción:

Esta mañana reflexionamos sobre cómo actuar cuando nos encontramos en una crisis extrema, necesitando desesperadamente la ayuda de Dios. Estos momentos, sin duda, serán parte de nuestra jornada cristiana. Pasaremos por valles y montañas, pero en todo debemos recordar que el Señor está a nuestro alcance. Tenemos un refugio seguro, un recurso invaluable: la oración. Como dice 1 Reyes 8:29, “que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar.”

La clave es humillarnos y acercarnos a Dios, reconociendo que solo Él puede ayudarnos en nuestra crisis. Humillarnos ante el Señor en ayuno y oración, buscando Su intervención, es la mejor decisión que podemos tomar. Hay que admitir que nuestras fuerzas no son suficientes para enfrentar las situaciones de la vida es tan importante. Es solo en la oración encontramos la ayuda y el consuelo necesarios para cualquier desafío. En tiempos de crisis, acudir a Dios con humildad y oración nos fortalece y él nos dará la sabiduría para ver la solución que solo Él nos pueda ofrecer.

Es fundamental, durante este tiempo de oración, reconocer que nuestra ayuda en respuesta a nuestras súplicas no depende de nuestra propia justicia ni de lo buenos que seamos, sino de la gran misericordia de Dios. Daniel lo expresó claramente: “Porque no elevamos nuestras súplicas ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.” Hoy podemos confiar en el carácter inquebrantable de Dios, sabiendo que Sus misericordias son nuevas cada mañana y Su fidelidad es eterna. Al humillarnos y buscar Su intervención, encontramos en Él la fuerza y el consuelo necesarios para enfrentar cualquier desafío.

Escrituras Fundamentales Del Tema:

1º Reyes 8:29 (RVR60) — 29 que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar.

Salmo 17:6 (RVR60) — 6 Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

Isaías 64:6 (RVR60) — 6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.

Jeremías 14:7 (RVR60) — 7 Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por amor de tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado, contra ti hemos pecado.

1º Crónicas 21:13 (RVR60) — 13 Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia. Ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo; pero que no caiga en manos de hombres.

Isaías 54:7 (RVR60) — 7 Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias.

Lucas 18:13 (RVR60) — 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

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